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El NutriScore es ya un elemento indispensable en la industria alimentaria. Su diseño facilita al cliente final saber si un alimento es o no saludable. A continuación, repasamos las características más importantes de esta práctica herramienta.

¿Qué es el NutriScore?

Es un semáforo que contiene cinco letras (de la A a la E) y cinco colores (verde oliva, verde claro, amarillo, ámbar y rojo) y se incluye en el etiquetado frontal de los alimentos. Dependiendo de la letra y del color, es posible saber si ese producto es o no recomendable en lo que respecta a su contenido.

¿Cómo funciona el semáforo NutriScore?

Se utiliza un algoritmo que puntúa entre 0 y 10 el contenido nutricional de un alimento. La fórmula de obtención del resultado es la más adecuada para conocer mejor la importancia de este tipo de etiquetado.

Es vital entender que el NutriScore está compuesto de letras y de colores, ya que no hay que confundirlo con el semáforo de la industria alimentaria que califica el contenido de un producto según raciones de 15 o 30 gramos.

¿Cómo se calcula el NutriScore?

En primer lugar, se analiza el contenido de cada alimento basándose en los siguientes parámetros:

  • Elementos saludables: gramos de fibra y de proteínas y porcentaje de frutas y/o verduras, así como presencia de leguminosas.
  • Elementos poco recomendables: cantidad de calorías, de azúcar, de ácidos grasos saturados y de sodio.

El algoritmo puntúa cada elemento con un número entre 0 y 10. La puntuación definitiva se consigue restando la puntuación total de los elementos saludables a la de los elementos poco recomendables. Cuanto más alto sea el número obtenido, peor calificación obtiene el producto, consiguiendo así la letra E y el color rojo.

Cada grupo de alimentos tiene una puntuación determinada, lo que permite etiquetar de forma correcta cada alimento. A continuación transcribimos las características que han de tener 100 gramos de un alimento para ser calificado con 0 puntos y las que debe tener para serlo con 10:

  • Obtienen cero puntos los alimentos que contienen menos de 335 calorías y menos de 4,5 gramos de azúcar. Las grasas saturadas han de estar por debajo del 10 % y el sodio, por debajo de 90 miligramos.
  • Obtienen diez puntos los alimentos que tienen más de 3.350 calorías y más de 45 gramos de azúcar. También los que contienen más de un 64 % de grasas saturadas y más de 900 miligramos de sodio.

Ventajas del NutriScore

Podríamos destacar las siguientes:

  • Su obligatoriedad.
  • El análisis es llevado a cabo por un laboratorio neutral.
  • El comprador puede identificar en cuestión de segundos qué tipo de alimento va a adquirir.
  • El agravio comparativo puede incidir de forma positiva. Imagina que una marca obtiene una pésima calificación en todos sus productos. Lo lógico será que haga un esfuerzo para fabricar productos más saludables.
  • El semáforo se entiende fácilmente sin tener conocimientos de nutrición.

Desventajas del NutriScore

Las más destacadas son:

  • La fiabilidad del sistema depende del laboratorio que haga el análisis.
  • Productos grasos, pero saludables, como el aceite de oliva podrían recibir una pésima calificación.
  • Algunos productos poco recomendables podrían obtener la misma calificación que otros mucho más saludables.
  • La mayoría de los alimentos saludables (cereales, galletas integrales y similares) obtendrían una calificación intermedia. La duda puede provocar que el cliente acceda a comprarlos cuando esta decisión no sería adecuada.

¿Cómo utilizar correctamente el NutriScore?

Es muy importante no caer en el error de dejar de comer ciertos alimentos por la calificación obtenida. Resulta más recomendable seguir comiendo de todo y llevar a cabo una comparación del color obtenido por las distintas opciones ofertadas. Si vas a comprar un yogur, compara la calificación obtenida por los de todas las marcas y adquiere el que mejor se ajuste a tus necesidades.

¿Cuándo van a tener el NutriScore todos los productos del mercado?

Este invento francés comenzó a aplicarse en el país vecino en 2018 de forma voluntaria. En España se está usando de la misma manera aunque ajustándose a las peculiaridades de alimentos como el aceite de oliva. No obstante, el ministerio de Sanidad ha empezado ya a contactar con los distintos implicados en este proceso para llegar a un acuerdo.

Se espera que antes de finales de 2019 sea ya obligatorio, por lo que queda por delante una labor muy intensa para los laboratorios y la industria alimentaria.

La horchata y el NutriScore

La saludable horchata ya ha pasado por el filtro del NutriScore y ha conseguido las siguientes calificaciones:

  • La horchata de chufa con azúcares añadidos obtiene la calificación C debido a su intermedio contenido de azúcar.

Nutri-Score C

  • La horchata de chufa sin azúcares añadidos (también llamada bebida de chufa) obtiene la calificación B, entrando así dentro del grupo de bebidas saludables. Con 2 gramos de azúcar por cada 100 mililitros y apenas 39 calorías, es una opción perfecta para cualquier persona.

Nutri-Score B

  • La horchata fresca refrigerada también obtiene la calificación B. Sus 11 gramos de azúcar quedan compensados por sus 98 calorías. Tener solo un gramo de proteína y otro de fibra convierten esta bebida en una fuente de energía.

Nutri-Score B

Leyendo la información anterior, resulta fácil deducir que la horchata sigue siendo una bebida más que recomendable. Escogiendo la opción sin azúcares añadidos puede ser degustada por casi cualquier persona. Consumirla durante todo el año incidirá directamente en tu salud gracias a sus propiedades.

El NutriScore se ha convertido en un aviso a navegantes que ha influido en la industria. No en vano, como ya habrás notado, muchos productos se publicitan ya anunciando la ausencia de ingredientes como el aceite de palma. Su carácter obligatorio te ayudará a comer mejor y a decidir de antemano el tipo de alimento que vas a consumir. Su adaptación al mercado español puede convertirse en un hito que te permitirá identificar, en un instante, la idoneidad de cualquier producto. La enorme valía de este nuevo sistema de clasificación se convertirá en un código muy fácil de identificar y en una ayuda de enorme importancia para el consumidor que quiera conocer mejor las propiedades nutricionales de cualquier alimento.