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Las lejías de uso alimentario están recomendadas para desinfectar alimentos como frutas y  hortalizas están destinadas a eliminar las bacterias (por ejemplo Enterobacterias, Escherichia coli y también Salmonella) que más frecuentemente contaminan a los alimentos.

Las chufas tienen una actividad bacteriológica importante que no es nociva de por si pero si que va a hacer que la horchata de chufa que hagamos con ellas tenga un tiempo de conservación menor. Enjuagando las chufas con hipoclorito de sodio (la comúnmente conocida lejia; en este caso lejía apta para uso alimentario) vamos a conseguir que la horchata de chufa casera nos dure más de un día en la nevera refrigerada.

Según el Real Decreto 1338/1988, de 28 de octubre, por el que se aprueba la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la Elaboración y Venta de Horchata de Chufa en su artículo 8 acerca de las “Prácticas obligatorias” en el punto 4 menciona que:

8.4 Tratamiento germicida.–Los tubérculos deben levarse en una solución desinfectante de agua de cloro activo al 1 por 100 con agitación mecánica durante treinta minutos, como mínimo, o con otro tipo de producto autorizado para uso alimentario que consiga un nivel de desinfección similar. A continuación, se dará un lavado eficaz para eliminar los residuos germicidas.
Esta práctica será optativa para la horchata esterilizada y UHT y obligatoria para el resto de las horchatas de chufa.

Lo cual significa que en la elaboración de la horchata de chufa a nivel industrial está obligado el uso de hipoclorito de sodio (lejia) o algún producto autorizado similar para desinfectar las chufas antes de la producción de la horchata.

¿Qué es la lejía alimentaria?

Las lejías alimentarias contienen entre 20 y 110 gramos de hipoclorito de sodio por litro bajo estrictos controles de calidad evitando cualquier contaminante en su formulación. Estas lejías están exentas de detergentes pero SIEMPRE tendremos que comprobar esto en las etiquetas y ver que pone expresamente: LEJÍA APTA PARA LA DESINFECCIÓN DE AGUA DE BEBIDA, LEJÍA APTA PARA SU ALIMENTARIO o algo similar. También se debe comprobar la concentración de cloro de la lejía ya que según la misma habrá que añadir más o menos cantidad a cada litro de agua (además existen en formato diluido: menos de 57 gramos de hipoclorito de sodio por litro y concentrado: más de 57 gramos de hipoclorito de sodio por litro; este es un tema muy importante a la hora de dosificarlas).

Un ejemplo es la lejía de la marca Consum (lejía de 36 gramos de cloro activo por litro) cuya dosificación recomendada para el lavado de fruta y verdura es de 5 gotas por cada 3 litros de agua:

Dosificación (lejía de 36 gramos de cloro activo por litro) para el lavado de fruta y verdura: 5 gotas por cada 3 litros de agua (lejía de 36gr/1l)

5 gotas por cada 3 litros de agua (lejía de 36gr/l)

¿Qué es la lejía?

La lejía es el nombre que se le da al hipoclorito de sodio o hipoclorito sódico, que es un compuesto químico cuya fórmula es NaClO. Por encontrarse el cloro en estado de oxidación +1, se trata de un fuerte oxidante que se utiliza por tanto, como blanqueante y también, se aprovechan sus propiedades desinfectantes. Su síntesis es la siguiente:

2 NaOH + Cl2 _ NaClO + NaCl + H2O

2 NaOH + Cl2 _ NaClO + NaCl + H2O

El hipoclorito de sodio es un sólido blanco que se descompone fácilmente en el agua liberando oxígeno y cloro. Por eso es usado generalmente disuelto en agua en varias concentraciones. Las soluciones de hipoclorito de sodio son transparentes, de color amarillo-verdoso y huelen a cloro.

Hipoclorito sódico en polvo

Según el Real Decreto 349/1993, de 5 de marzo, por el que se modifica la reglamentación técnico-sanitaria de Lejías aprobada por el Real Decreto 3360/1983, de 30 de noviembre, define Lejía como “las soluciones de hipoclorito alcalino, tal y como se producen por la industria, incluyan o no los aditivos necesarios para su puesta en el mercado, siendo su contenido en cloro activo no inferior a 35 gramos por litro ni superior a 100 gramos por litro”.

El artículo 3 de dicho reglamento clasifica las lejías en función de su contenido en cloro activo en:

  1. Lejía: es aquella cuyo contenido en cloro activo no es inferior a 35 gramos por litro ni superior a 60 gramos por litro y tiene una alcalinidad total máxima, expresada en óxido de sodio (ONa2), del 0,9 por 100 en peso.
  2. Lejía concentrada: es aquella cuyo contenido en cloro activo no es inferior a 60 gramos por litro ni superior a 100 gramos por litro y tiene una alcalinidad total máxima, expresada en óxido de sodio (ONa2), del 1,8 por 100 en peso.

Envase de Amukina

¿Uso lejía para uso alimentario o Amukina?

Realmente no hay diferencia entre la composición de Amukina y la lejía de uso alimentario. Amukina según su composición impresa en los botes es:

  • AMUKINA – Composición (100 ml): Hipoclorito de sodio: 1,15 gramos.

O sea, lejia pero con una concentración menor que la definida en el Real Decreto 349/1993, de 5 de marzo al que hacíamos referencia antes (11,5 gramos por litro frente a los 35 gramos por litro que debería tener para llamarse lejía).

Y la mayor diferencia está en el precio (agosto de 2018):

  • Lejía de Consum: 0,69 EUR/2 litros = 0,35 EUR/litro (con una dosificación de 36 gramos por litro de hipoclorito de sodio).
  • Amukina: 8,34 EUR/litro (con una dosificación de 11,5 gramos por litro de hipoclorito de sodio).

Por tanto el precio de la Amukina es bastante superior con una concentración de hipoclorito sódico tres veces inferior y teniendo que utilizar 50 mililitros por 2,5 litros de agua (frente a las 5 gotas de lejía consumo apta para consumo alimentario por cada 3 litros).

¿Cómo usar Amukina?

Diluir un tapón dosificador (50ml) de AMUKINA en 2,5 litros de agua en su recipiente habitual, esperar unos 15 minutos, aclarar con agua y dejar secar al aire.O básicamente de la misma forma que la lejía de uso alimentario pero añadiendo más cantidad (por su menor concentración).

¿Qué diferencias y ventajas existen entre utilizar AMUKINA y la lejía convencional?

Ninguna. Aunque en su página web destacan que tiene muchas diferencias frente a la lejía (como que no contiene alcalinizantes ni impurezas residuales), ninguna lejía apta para el consumo alimentario debería de tenerlas.

¿Entonces debo desinfectar las chufas con lejía alimentaria antes de hacer mi horchata casera?

Si. Es recomenable desinfectar las chufas y así bajar su actividad bacteriana para que la horchata nos dure más tiempo (eso si, la horchata siempre tiene que estar refrigerada). Y como hemos visto incluso la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la Elaboración y Venta de Horchata de Chufa en su artículo 8 obliga a la desinfección de las chufas antes de la producción con lejía alimentaria.

Eso si: Enjugar bien. Enjuagar muchas veces. Las chufas son rugosas y para que no queden restos de lejía hay que enjuagarlas bien. Más vale enjuagar más veces con agua limpia que pocas.